El 18 de noviembre de 1978 una noticia sobrecogió al mundo: más de 900 personas habían muerto en uno de los mayores suicidios colectivos de la historia.
Pertenecían a una organización llamada el Templo del Pueblo, y habían llegado allí siguiendo a Jim Jones, un predicador estadounidense que les había prometido una nueva vida al margen de la sociedad, en una comunidad donde no importaban las razas y se trabajaba por el bien común.
¿Cómo acabó esta utopía convertida en una masacre? ¿Fue un suicido colectivo o una matanza? Y sobre todo, ¿quién era Jim Jones y cómo logró convencer a sus seguidores para acabar con sus vidas?
James Warren Jones nació en 1931 en Lynn, Indiana. Lynetta, su madre, escandalizaba a los vecinos por llevar pantalones y fumar en la calle y decía tener visiones en las que su hijo estaba destinado a grandes cosas. Jim, su padre, era un veterano de la Primera Guerra Mundial que había enfermado a causa de los gases alemanes, por lo que apenas trabajaba y se pasaba los días bebiendo.
El pequeño Jim
La familia vivía en una zona del Medio Oeste donde abundaban los predicadores, el llamado «cinturón de la Biblia», y aunque su madre era contraria a cualquier tipo de religión organizada, Jim acudía desde muy pequeño a los servicios religiosos de las distintas denominaciones protestantes que había en la ciudad, a la vez que hacía sus pinitos ensayando sermones y celebrando entierros de animales muertos.
Lynetta la "historietas"
Con el tiempo la relación entre sus padres se deterioró por completo, y Jim y su madre se mudaron a Richmond, donde continuó sus estudios en el instituto y empezó a trabajar como celador en un hospital. Allí conoció a Marceline Baldwin, una enfermera cinco años mayor que él con la que se casó poco después.
Noviazgo y boda doble
Tras la boda, Jones se matriculó en la Universidad de Indiana para estudiar Medicina, pero al año siguiente dejó los estudios para convertirse en predicador, por lo que se unió a una iglesia metodista donde completó su formación.
En esa época también se afilió al partido comunista, que acabaría dejando cuando algunos militantes criticaron el autoristarismo de Stalin. Al cabo de un tiempo decidió formar su propia iglesia, que financió en parte con la venta a domicilio de monos importados de Sudamérica.
Negocios "animales"
Su congregación fue una de las primeras iglesias interraciales del país, y en ella predicaba su particular doctrina, en la que mezclaba las enseñanzas de la Biblia con la integración racial y las teorías marxistas.
El número de fieles fue creciendo, y en 1957 Jones compró y reformó una antigua sinagoga situada a las afueras de Indianápolis, donde se instaló el denominado "Templo del Pueblo". Durante los servicios ofrecía su ayuda a los más necesitados, imponía las manos e incluso llegó a realizar supuestas "curaciones" milagrosas.
En 1962 Jones decidió que había llegado el momento de expandir la congregación y se trasladó con su familia a Brasil, donde seguiría con su labor evangelizadora. Tenían un hijo biológico y habían adoptado a varios más de distintas razas con la idea de formar una «familia arcoíris». La aventura brasileña no salió bien, y dos años después regresaron a Estados Unidos. Jones empezó entonces a hablar de un inminente holocausto nuclear.
La familia multicolor
Esas visiones apocalípticas lo llevaron a trasladar la sede del Templo del Pueblo al valle de Redwood, en California. Más de un centenar de miembros dejaron sus trabajos, vendieron sus pertenencias y siguieron a Jones hasta allí, pero pasado un tiempo, y ante la dificultad para captar adeptos, finalmente abrieron dos sedes en Los Ángeles y San Francisco en 1972.
Jim Jones acumulaba cada vez más poder dentro y fuera de la congregación, pero su influencia se vio empañada por las denuncias de personas que habían abandonado la congregación tachándola de secta, así como de familiares de miembros activos, que acusaban al Templo del Pueblo de quedarse con el dinero de sus fieles, anularlos emocionalmente y actuar de forma destructiva.
Los "creyentes" en Jim Jones eran legión
A esto se sumaba el que las autoridades estrechaban cada vez más el cerco en torno a Jones, que también estaba siendo investigado por el fisco. Agobiado ante la presión, y cada vez más paranoico y enganchado a las drogas, en 1977 decidió abandonar definitivamente Estados Unidos e instalarse con sus fieles en Guyana, una país sudamericano de reciente creación donde pondrían en marcha el "Proyecto Agrícola del Templo del Pueblo".
El cartel de entrada al Templo del Pueblo
El gobierno de Guyana acogió encantado a Jim Jones y al millar de fieles que viajaron hasta allí, ya que el lugar elegido para instalarse era una zona fronteriza con Venezuela, país con el que mantenía una disputa territorial.
Además de constituir un elemento disuasorio ante posibles ataques del país vecino, la presencia del Templo del Pueblo supuso la llegada de dinero en forma de sobornos a las autoridades aduaneras, que hacían la vista gorda ante la llegada de grandes cantidades de armas y cianuro.
Sin embargo, Jonestown, como fue bautizada la comunidad, acabó siendo todo lo contrario al paraíso comunista de igualdad que Jones había prometido a sus fieles. A las elevadas temperaturas se sumaban interminables jornadas de trabajo en un terreno poco fértil, castigos físicos y abusos psicólogicos y sexuales.
Ante estos hechos, varios familiares de los miembros del Templo del Pueblo mostraron su preocupación y decidieron pedir ayuda a las autoridades para que tomasen cartas en el asunto.
Sus peticiones obtuvieron respuesta, y el 14 de noviembre de 1978, una comisión encabezada por el senador Leo Ryan viajó hasta Guyana para averiguar qué ocurría. Le acompañaba varios periodistas de la NBC, parte de su equipo y algunos de los familiares que habían denunciado la situación.
Su llegada a Jonestown causó una gran tensión, que aumentó cuando Jones se enteró de que varios miembros del Templo querían a andonar el asentamiento y marcharse con él.
La comitiva decidió entonces regresar a Estados Unidos con los desertores, pero justo cuando se disponían a subir a la avioneta que los iba a llevar a Georgetown, la capital del país, Ryan y otras cuatro personas fueron abatidas a tiros.
Tras esto, Jones reunió a sus seguidores y les anunció que la única salida era el "suicidio revolucionario" que habían ensayado en unos simulacros denominados las "Noches Blancas".
De nada sirvieron las voces disidentes como la de Christine Miller, cuya oposición quedó registrada en la llamada "cinta de la muerte".
Christine, los libros sobre Rusia hallados en el Templo del Pueblo y la repatriación de los cuerpos de las víctimas
909 personas, casi un tercio de ellas niños, murieron tras ingerir o serles inyectada a la fuerza la mezcla letal de cianuro disuelto en zumo de uva que los secuaces de Jim Jones habían preparado. Él prefirió pegarse un tiro.
La terrible noticia ocupó portadas durante semanas
Aquí podéis ver algunas fotos de la masacre:
Recomendaciones
Libros:
-The Road to Jonestown: Jim Jones and Peoples Temple, de Jeff Gunn.
-Seductive Poison: A Jonestown Survivor's Story of Life and Death in the Peoples Temple, de Deborah Layton.
Documentales:
-Return to Jonestown, 2018.
-Jonestown: Terror in the Jungle, 2018.
Páginas web:
-Página del FBI sobre Jonestown (en inglés).
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