Hollywood ha sido desde siempre conocido como la "fábrica de sueños", y nadie personificó mejor estos sueños e ilusiones que las muchas aspirantes a estrellas de la pantalla que cruzaron las puertas de la meca del cine. Hoy hablamos de dos de ellas. Las dos eran jóvenes, rubias y compartían talento y fragilidad. Las dos tuvieron un final trágico y prematuro.
Hasta los calcetines subidos le quedaban bien
Dorothy y Hugh Hefner
They All Laughed de Peter Bogdanovich
Galaxina de William Sachs
Rubiaza
Una familia que parecía perfecta y colorida
The Jayne Mansfield Story de Dick Lowry
Mariska Hargitay, actriz y una de las hijas de Mansfield
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