Pesadillas de cine: cuando la realidad supera a la ficción

En nuestro episodio de esta semana hablamos de los crímenes reales (y sobrecogedores) en los que se basaron varias de las películas más icónicas de suspense y terror de la historia del cine.

M, el vampiro de Düsseldorf (Fritz Lang, 1931)

Empezamos por esta maravillosa película expresionista alemana, con un Peter Lorre en estado de gracia, para la que Fritz Lang se inspiró, entre otros, en el asesino en serie Peter Kürten, apodado el "Vampiro de Düsseldorf" (¡sorpresa!).

M acecha entre las sombras...

Sin enseñar nada, Lang crea una atmósfera terrorífica, en la que el miedo, la inocencia infantil y la paranoia generada por un asesino de niños se combinan de forma magistral. Hans Beckert, el escurridizo criminal que protagoniza la historia, está basado (en mayor o menor medida) en varios de los asesinos en serie más famosos de la Alemania de entreguerras:

• Fritz Haarman, "el carnicero de Hannover", asesino, violador y descuartizador del que hablamos en un podcast anterior.

• Friedrich Schumann, violador y asesino que actuó entre 1918 y 1920 y que confesó haber matado a 25 personas.

• Karl Grossman, que no solo asesinaba a sus víctimas, sino que vendía su carne en el puesto que tenía en el mercado.

• Karl Denke, asesino y caníbal que entre 1903 y 1924 mató al menos a 42 personas.

• Peter Kürten, principal inspiración para el personaje de Hans Beckert y conocido como "el vampiro de Düsseldorf", ya que fue en esta ciudad donde cometió la mayoría de sus crímenes. Kürten justificaba sus asesinatos por la necesidad que sentía de beber la sangre de sus víctimas. Su fama continuó después de morir en la guillotina en 1931, ya que su cabeza fue diseccionada y viajó hasta Estados Unidos, donde hoy en día se puede ver en el museo de curiosidades Ripley’s Believe It ir Not! de Wiconsin Dells.

Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960) y La matanza de Texas (Tobe Hooper, 1974)

El maestro del suspense y "el director" de Poltergeist se inspiraron en dos facetas distintas de uno de los asesinos más terroríficos de la historia reciente de Estados Unidos: Ed Gein, apodado "el carnicero de Plainfield" (aunque para ser exactos, lo suyo era más bien la profanación de tumbas y el corte y confección).

Nacido en Wisconsin en 1906, Gein tenía todas las papeletas para acabar totalmente trastornado: objeto de burla en la escuela por un defecto en el habla, con un padre ausente y alcohólico y una madre fanática de la Biblia, su mente se llenó poco a poco de relatos truculentos, sadismo nazi y el puritanismo extremo de su progenitora, con quien mantenía una relación de amor-odio que siguió "viva" tras la muerte de esta.

Mientras que Hitchcock se decantó por la parte psicológico-edípica peluquil de Ed para crear a Norman Bates (inspirado a su vez en el protagonista de la novela de Robert Bloch), Hooper se fue a lo gore y basó el personaje de Leatherface (y familia) en la vertiente más sangrienta y carniceril de Gein.

El resultado fue, en el caso de "Psicosis", de una película que rompió esquemas (y dejó a los espectadores traumatizados) al tratar temas hasta entonces tabú; y de un pólemico filme de culto que encumbró al género del slasher si hablamos de "La matanza de Texas".

Podéis ver la película de Alfred Hitchcock en Filmin.

Quiero a mi mamá

No sin mi sierra

Ed Gein era un hombre con muchos hobbies

Podéis ver a Leatherface también en Filmin.

Un póster mítico con reminiscencias dalinianas

El silencio de los corderos (Jonathan Demme, 1991)

Terminamos este repaso por las pesadillas de cine sacadas de la vida real con una cinta de terror en la que no hay uno, sino dos asesinos en serie, y varios criminales que sirvieron de inspiración.

Para el maravilloso doctor Lecter, Thomas Harris, el autor de la novela, se basó en Alfredo Treviño Ballí, un médico mexicano culto y refinado al que conoció en su época de periodista de sucesos, y que cumplía condena en una cárcel de Monterrey por asesinar y descuartizar a su amante; y en el serial killer conocido como el "Monstruo de Florencia", que asesinó y mutiló a varias parejas jóvenes en esta ciudad italiana durante los años 70 y 80.

El Hannibal Lecter vegetariano

Para Buffalo Bill, el verdadero villano de esta historia (creemos), las referencias van desde Ed Gein, pasando por Gary Heidnik, un secuestrador, violador y asesino en serie obsesionado con crear una "granja de bebés", hasta Ted Bundy y su falso brazo escayolado, con el que engañaba a sus víctimas haciéndose el desvalido, para luego abusar de ellas, matarlas y enterrarlas en los bosques.

No te olvides la loción hidratante...

Podéis ver a Buffalo Bill bailando al son de Goodbye Horses en Filmin.

(Maravilloso vídeo de Querido Antonio)

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Bonus: Ftttttttt...

RECOMENDACIONES

Película:

El cebo (Ladislao Vajda, 1958), una genial coproducción hispano-suiza que sigue la estela de M, el vampiro de Düsseldorf y la combina con elementos de terror gótico. (Disponible en FlixOlé).

Libros:

-Psicosis, Robert Bloch.

-El cine según Hitchcock, François Truffaut.

-El silencio de los corderos, Thomas Harris.

Documentales:

-Hitchcock/Truffaut. (Kent Jones, 2015). (Disponible en Amazon Prime).

-78/52, la escena que cambió el cine. (Alexandre O. Philippe, 2017). (Disponible en YouTube).

-Inside Story: The Silence of the Lambs. (Disponible en YouTube).